jueves, 22 de noviembre de 2012

Tim Ribberink: El suicidio de Tim Ribberink, un joven holandés de 20 años víctima de acoso, ha reavivado el debate sobre el uso de las redes sociales en el país. Sobre todo porque la policía ya ha dicho que no puede investigar el asunto en nombre de los padres. Solo hubiera servido la denuncia del afectado directo. La familia sí ha hecho un llamamiento al nuevo Gobierno de centro izquierda para que obligue a los centros educativos a registrar todos los incidentes de acoso. De este modo, los causantes podrán ser identificados y perseguidos.







Amanda Tood: El caso de la canadiense de 15 años, dio la vuelta al mundo, pero no es el único de una adolescente que decide poner fin a su vida tras sufrir el acoso virtual y real. Un mes antes de suicidarse en su casa en la Columbia Británica (Canadá), el pasado 10 de octubre, Amanda colgó un vídeo en YouTube clamando ayuda. No tengo a nadie. Necesito a alguien. Me llamo Amanda Todd, decía en pequeñas cartulinas que mostraba a la cámara, sin decir palabra. Sufrió este acoso desde los 12 años.

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